Una ducha demasiado caliente con agua dura, un paseo al aire libre con tiempo fresco, una habitación con calefacción... Son condiciones que pueden deshidratar la piel de tu cuerpo. Esto es lo que hay que hacer.
Al igual que la piel del rostro, la del cuerpo varía debido a diferentes factores. El frío, el viento y el sol pueden secar y deshidratar la piel, ya que debilitan el equilibrio de la capa superior de la piel. La película hidrolipídica que la recubre se altera y no es capaz de retener la hidratación.
El agua de la piel se evapora más fácilmente y deja en la piel una sensación de incomodidad. Está tirante y falta de flexibilidad, con enrojecimiento y a veces escamas.
Esta deshidratación se observa principalmente en invierno, ya que la calefacción aumenta la evaporación de la hidratación. Lo mismo ocurre con el cloro de la piscina, los productos inadecuados o la depilación demasiado agresiva.
«En cuanto llega el invierno, ¡el color de mis piernas cambia! Sin crema, se vuelven blancas debido a las células muertas que aparecen».
¿Qué activos puedo utilizar para hidratar mi cuerpo?
Hidratar el cuerpo significa, en primer lugar, ayudar a la epidermis a restaurar su película hidrolipídica. Y esto se consigue aportando ingredientes nutritivos que contienen lípidos. Sin estos lípidos, no se puede mantener la hidratación de la piel. Esto también se aplica al rostro.
Cuidado de la piel que ayuda a retener la hidratación durante todo el día, por lo que combina activos que restauran la función de barrera de la piel y limitan la evaporación de la hidratación, nutren y calman. La piel queda protegida y menos sensible a las influencias externas.
¿Cómo debe aplicarse la crema hidratante corporal?
Durante los periodos en los que la piel está deshidratada, la consistencia es la clave.
Hidratar mi cuerpo a diario
Para evitar que aumente la deshidratación, dúchate o báñate con agua tibia. Seca tu piel sin dañarla y continúa con el paso de la hidratación corporal: reparte el tratamiento entre las dos manos y aplícalo con toda la superficie de la mano y con grandes movimientos circulares. Con delicadeza o con vigor, ¡todo depende del estado de ánimo!
Una exfoliación semanal para aumentar la hidratación
Que tu piel esté temporalmente deshidratada no significa que no debas usar exfoliantes corporales. Al contrario: un exfoliante adecuado una vez a la semana exfoliará suavemente la piel. ¡Todo listo para recibir el cuidado corporal hidratante!
CONSEJOS FÁCILES Y EXPERTOS
Puedes adaptar la textura del tratamiento en función del grado de deshidratación de tu piel... ¡o de la estación del año!
Desde las más fluidas hasta las más envolventes, existen diferentes texturas para hidratar adecuadamente tu cuerpo. Si, además de tu piel deshidratada, tu cuerpo está constantemente seco, opta por un tratamiento rico y nutritivo, en forma de bálsamo, por ejemplo. Si tu piel está expuesta a la deshidratación, prueba con una leche ligera. Para hacerte la vida más fácil, también puedes seguir las estaciones: bálsamo reconfortante durante el otoño y el invierno, y leche nutritiva en primavera y verano. Para vestirte rápidamente después de aplicar tu producto de cuidado de la piel, sea cual sea su textura, opta por fórmulas no grasas.
Las mejores prácticas para mantener el cuerpo hidratado
Hidratar el cuerpo es darle los cuidados necesarios para que recupere rápidamente su flexibilidad y confort... ¡De la cabeza a los pies! Así que, por la noche, cuando hidrates tus piernas (empieza por los muslos) no te olvides de los pies, los talones y los dedos.
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