Ácido hialurónico, colágeno, antioxidantes... Los productos para el cuidado de la piel antiedad están llenos de activos de eficacia probada y nombres un tanto misteriosos. Te ayudaremos a tener una visión más clara de los activos y de las fórmulas antiedad, con el fin de elegir la más adecuada para tu piel.
El ácido hialurónico está presente de forma natural en la dermis. Actúa como una super esponja para mantener la piel hidratada y tonificada.
El colágeno también está presente en la dermis, y sus fibras también ayudan a proteger la piel. Pero a partir de los treinta años, la producción natural de ácido hialurónico y colágeno disminuye. La piel se vuelve más seca, menos firme y aparecen las primeras arrugas. Llegados a este punto, es el momento de optar por tratamientos que contengan activos y fórmulas antiedad que potencien la producción de ácido hialurónico y colágeno, pero que también combatan los efectos del estrés oxidativo provocado por factores externos.
Los antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo causado por la contaminación, el sol o el tabaco, que aceleran el envejecimiento de la piel. Para limitar los efectos, se recomiendan las vitaminas C y E a partir de los treinta años: neutralizan los radicales libres y protegen eficazmente la piel. El ácido hialurónico es el activo ideal para corregir la pérdida de firmeza y las arrugas más profundas que aparecen a partir de los cuarenta años. Ayuda a reafirmar y rellenar la piel, a la vez que rellena las arrugas que ya se han instalado. Y para que tu piel «madura» recupere densidad, vitalidad y comodidad, utiliza Bakuchiol: este activo de origen vegetal es tan eficaz como el retinol y es un potente reparador celular. Estimula la síntesis de colágeno y de ácido hialurónico, y devuelve a la piel su luminosidad.
Puedes añadir complementos nutricionales a tu rutina de cuidados antiedad.
Un ciclo de vitamina C, el antioxidante por excelencia, ayudará a aumentar la producción de colágeno. La onagra interviene en la regeneración de las células cutáneas y es adecuada para la piel flácida. Sin embargo, el uso de estos complementos alimenticios no es algo que deba considerarse trivial. No dudes en hablar con tu médico al respecto y, sobre todo, en centrarte en la alimentación como fuente principal de tu belleza interior. Las frutas y verduras frescas de temporada son las principales reservas de antioxidantes.
La aplicación diaria de un sérum y un producto de cuidado nocturno optimizará los beneficios de tu cuidado diurno antiedad.
Sérum
Se ha convertido en una parte esencial de los rituales de cuidado de la piel antiedad. Ultraconcentrado, actúa de forma específica (para proteger la piel, alisar las arrugas o redefinir la línea de la mandíbula) y prepara la piel para recibir los tratamientos antiedad, cuyos efectos se multiplican por diez.
Tratamientos de noche
¿Sabías que la piel se regenera mejor por la noche? Entonces, ¿por qué privarse del cuidado nocturno, con activos y fórmulas antiedad que complementan el cuidado diurno? Por ejemplo, el retinol y sus derivados, como el retinaldehído (uno de los ingredientes antiedad más eficaces), se encuentran en los productos de cuidado nocturno.
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