El sol es malo para la piel. Aunque todos somos (más o menos) conscientes de la protección solar, no siempre sabemos por qué el sol perjudica a la piel y acelera su envejecimiento. Y, por desgracia, no es el único enemigo de la piel del que hay que preocuparse... He aquí algunos ejemplos, y sobre todo algunos consejos para protegerse de sus efectos.
Los enemigos de la piel o el envejecimiento acelerado
¿Has oído hablar alguna vez de la senectud de la piel? Es el reflejo, a lo largo del tiempo, de diversos factores en nuestra piel.
En primer lugar, los factores internos. El envejecimiento de la piel está inscrito en nuestros genes y está programado de manera cronológica. Se produce una alteración progresiva y natural de las funciones de la piel que modificará su aspecto (arrugas, falta de luminosidad, flacidez, molestias).
Pero el daño celular también está causado por factores ambientales. El sol, la contaminación, el tabaco, el estrés... la acumulación de estos daños favorece el envejecimiento de la piel.
Expuesta a numerosas agresiones, la piel puede a veces envejecer a un ritmo acelerado. ¿Qué es la piel senescente?
Enemigos de la piel: los radicales libres y el estrés oxidativo como protagonistas
Los radicales libres tienen muchas caras: estos elementos del oxígeno ayudan al organismo a deshacerse de los residuos y a luchar contra los virus y las bacterias. Sin embargo, cuando se producen en exceso como consecuencia de factores externos, se vuelven perjudiciales para el organismo. Es lo que se conoce como estrés oxidativo, que está implicado en ciertas enfermedades neurodegenerativas, articulares o ciertos cánceres, y en el envejecimiento de la piel. Como puedes ver, el sol, la contaminación, el tabaco, etc. son algunos de los factores externos responsables del estrés oxidativo. Pero como estos enemigos de la piel son el resultado de nuestro entorno y nuestro estilo de vida, es posible actuar contra ellos.
La batalla contra el estrés oxidativo se libra en la piel... ¡y en el plato!
El sol es el principal factor de envejecimiento de la piel. ¿Debe evitarse a toda costa? No, claro que no. Pero si quieres retrasar al máximo la aparición de los signos del envejecimiento (y reducir el riesgo de cáncer de piel...), «consume» el sol de forma razonable. No durante las horas más calurosas y no sin la protección adecuada. Dejar de fumar también te ayudará a combatir el estrés oxidativo, al igual que una dieta rica en antioxidantes, que se encuentran principalmente en las frutas y las verduras. La lucha diaria contra los enemigos de la piel pasa también por una correcta hidratación.
LIMITAR EL IMPACTO DE LOS ENEMIGOS DE LA PIEL EN EL DÍA A DÍA
Desde la frente hasta el escote, ¡hidratación!
Barrera anticontaminación
La hidratación es buena para ti. Con productos que contienen activos que alisan, tensan y dan luminosidad a la piel, ¡es aún mejor! Y si además contienen filtros UV y una barrera anticontaminación, tu piel te lo agradecerá.
Acción global
Para las pieles un poco más «maduras», elige tratamientos que, además de redensificar la dermis y redefinir los contornos del rostro, aporten comodidad a la piel y luminosidad a la tez. Por último (porque no nos cansamos de decirlo): con filtros UV, ¡aún mejor!
NUESTRAS SOLUCIONES PARA ACTUAR CONTRA EL ENVEJECIMIENTO DE LA PIEL
Los productos de cuidado de la piel de Eau Thermale Avène para reducir los signos de envejecimiento de la piel
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